La Responsabilidad que hay detrás de Vender Seguros de Vida
Vender seguros de vida no es para nada un trabajo complejo. Pero eso no quiere decir que deba ser tomado a la ligera. Aquellas personas que estén interesadas en convertirse en vendedores independientes y ofrecer productos de Prudential deben saber que esta labor conlleva un grado de responsabilidad.
Valores de Prudential
Prudential es una compañía con una vasta trayectoria que a lo largo de los años se ha convertido en depositaria de la confianza de cientos de miles de personas. Hoy en día, sus clientes ven a la empresa como una referencia de solidez y seguridad.
Estos valores fundamentales rigen a la compañía desde sus inicios. A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, la Prudential Insurance Company of America de New England se consolidó como la primera aseguradora en vender seguros de vida accesibles para la clase obrera estadounidense.
Así fue como pavimentó su camino de crecimiento, expandiéndose luego a otros países como México. Es por esto que cada seguro de Prudential es ya una marca establecida, bien conocida por el público, que exige una cierta ética profesional de quienes los ofrecen.
Vender Seguros de Vida exige respeto y cuidado
Conjugar el presente del contratante con el futuro de su familia
En el ofrecimiento de este tipo de coberturas, es fundamental el rol del vendedor como quien puede brindarle tranquilidad y certeza a las personas interesadas. Hay que tener en cuenta que, al tratarse de un seguro de vida, lo más probable es que sean padres o madres cuya mayor preocupación es asegurar un buen futuro a su familia.
Pero no solo eso, muchos de los profesionales que se interesan por estas pólizas también tienen sus propias metas económicas y aspiraciones, como realizar viajes, emprender nuevos negocios o construir una casa propia.
Por eso, al vender seguros de vida, un agente debe encontrar el equilibrio perfecto entre los beneficios de la cobertura y las necesidades de los aspirantes. La idea es analizar todas las posibilidades para brindar una solución acertada, que contemple tanto el presente como el futuro de cada persona y de quienes los rodean.
Pensar en el más allá
Es importante mantener presente que la situación clave en el pago de una cobertura de vida es la muerte o invalidez permanente del contratante. Esto quiere decir que hay que ser sumamente cuidadosos a la hora de plantear esta situación, sabiendo que el cliente se puede llegar a sensibilizar.
El agente tiene la difícil tarea de hacer reflexionar al interesado sobre esta circunstancia y llevarlo a ver más allá, poniendo el eje en las personas que lo continuarán. Tomar un seguro de vida hoy puede significar pagar los estudios de los hijos el día de mañana, y eso es un tema que nadie pasaría por alto.
Vender seguros de vida implica tocar las fibras más íntimas de las personas y meterse con cuestiones personales como la familia, el bienestar de los más queridos y el legado. Un buen vendedor nunca debe olvidarse de esto. La mejor forma de trabajar es siendo lo más humano posible.
Con Prudential, siempre sabrás que estás ofreciendo coberturas confiables y seguras.
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